MACHACKO

Acá empezó todo. Desde que tengo recuerdo dibujo, desde siempre fue la forma de exorcizar demonios, crear, lidiar con la vida, sentirme libre.

Ya en la adolescencia empecé a pintar y fue otro mundo. El dibujo quedo relegado a la historieta y la pintura paso a ser la disciplina por excelencia de sostén emocional antes situaciones de desborde. Pocas veces pinté estando bien, centrado o feliz. La gran mayoría de las veces salió de estados de dolor y angustia. Creo que las cosas mas personales que hice fueron a través de la pintura. Nunca fui tan sincero como frente a un bastidor. Supongo que al no ser una disciplina tan explícita y de múltiples interpretaciones me sirvió para decir sin problemas o miedo. Compartir sin compartir, o algo así.